sábado, 10 de outubro de 2020

Quem Francisco Apoia nas Eleições dos EUA?

Quem Francisco apoia nas eleições americanas? A resposta que se vai ouvir de clérigos em geral é que o papa não toma posições políticas, que ele é um líder religioso que procura o diálogo com todos, e que ele está rezando pelo melhor resultado nas eleições americanas.

Essa resposta seria natural para qualquer papa, mas não para Bergoglio. A primeira característica que avaliadores renomados do papa dizem é que Bergoglio é  uma pessoa cujo foco é a política e sangue é "peronista". 

O que é ser peronista? Peron apoiou o nazismo e também o comunismo. Como de forma famosa contou um sobrinho de Peron: o tio conseguia em uma reunião pela manhã com capitalistas dizer que eles tinham toda razão e à tarde concordar plenamente com sindicatos comunistas. Em suma, confusão dominadora é a característica do peronismo. 

Temos um papa extremamente político, ideológico. Há inclusive um livro sobre Francisco cujo título é The Political Pope. Sua última encíclica é pura balbúrdia ideológica política do tipo peronista, no qual cabe qualquer argumento. Por isso, não é nem aconselhável colher partes da encíclica, há inúmeras contradições. Uma característica geral é que a política domina todos os parágrafos, mesmo os poucos que citam Cristo.

Mas acho que Bergoglio está bem menos peronista (contraditório), com relação a Trump. Talvez seja porque a imensa maioria da mídia é contra Trump, daí ele se sente seguro. Outra característica de um político, mais ainda um peronista, é ver de que lado está a mídia, e daí se alinhar a ela.  

Francisco é abertamente contra Trump e já se imiscuiu nas eleições americanas.

Nas últimas eleições, ele estava nos Estados Unidos, quando o principal debate entre Hillary e Trump era o muro com o México. Trump defendia o muro. E Francisco disse que: "quem faz muros não é cristão". Duvidou da fé cristã de uma pessoa (coisa que não deve ser feita). Trump reagiu, emitiu uma nota. E ao fim, Trump ganhou o voto dos católicos nas eleições. A maioria dos católicos votou em Trump.

Posteriormente, Bergoglio falou inúmeras vezes contra o que chama de líderes populistas, o que na Europa se identifica com Trump ou Matteo Salvini. Enquanto faz um acordo secreto com a China. Na Argentina, Bergoglio mostrou seu apoio a Cristina Kirchner e para o Brasil, se reuniu várias vezes com apoiadores do Lula, inclusive recebendo camisas do tipo "Lula livre".

Não são só os "de direita" que dizem que o papa é esquerdista/socialista/ apoiador da teologia da libertação, são os próprios esquerdistas que dizem isso, basta ver o que dizem o próprio Lula e Leonardo Boff. Francisco chegou a enviar cartas de apoio a Lula e também para Boff.

E, "by the way", Biden se diz católico mas é defensor do aborto de forma generalizada, do casamento gay, e da eutanásia, e..Merece com certeza repreensão de tudo isso de clérigos católicos. Alguns poucos clérigos até fazem isso dizendo que Biden não pode receber eucaristia porque defende publicamente essas coisas (como diz a lei canônica). Mas não tentem perguntar a Francisco se ele acha que a lei canônica deve ser seguida contra políticos do tipo Biden.

Digo tudo isso, porque hoje vi uma entrevista do arcebispo Viganò sobre as eleições americanas.

O arcebispo Vigano deu uma entrevista para um jornal espanhol em que o entrevistador estava mais preocupado com as eleições nos EUA,  tentando saber por porque Viganò estava apoiando Trump.

É uma entrevista bem interessante.

Aqui vai a entrevista.

Francesco Boezi:  Monseñor Viganò, ¿por qué escribió una carta a favor de Trump?

Monseñor Viganò:  El 14 de agosto del 2011, Benedicto XVI me hizo saber que tenía la convicción de que en ese momento mi cargo providencial era la Nunciatura en los Estados Unidos de América. En aquel momento me escribió: “Me gustaría comunicarte que he reflexionado y orado en referencia a tu condición, después de los últimos eventos. La dolorosa noticia de la muerte de Su Excelencia Monseñor Pietro Sambi confirmó mi convicción de que su providencial posición en este momento es la Nunciatura en los Estados Unidos de América. Por otro lado, estoy seguro de que su conocimiento de este gran país, les ayudará a afrontar el exigente desafío de esta obra, que en muchos sentidos es crucial para el futuro de la Iglesia universal”.   Mi cargo oficial en ese inmenso y amado país ha terminado, pero aquel desafío al que el Papa Benedicto se refería  -casi proféticamente-  y en el que me había involucrado, [ahora]está más abierto que nunca, de hecho se ha vuelto cada vez más dramático, tomando dimensiones tremendas: el destino del mundo se está jugando ahora mismo, en el frente estadounidense.  Estando ahora ya libre de mi cargo oficial, la inspiración que me confió el Papa Benedicto XVI me permite dirigirme al Presidente Trump con la mayor libertad, destacando su papel en el contexto nacional e internacional, y en cuán decisiva es su misión, durante el choque de época que se va delineando en estos meses.

Francesco Boezi: ¿Incluso un choque de época?

Monseñor Viganò: La Santa Sede hoy  parece ser atacada por fuerzas enemigas. Hablo como Obispo, como sucesor de los apóstoles. El silencio de los Pastores es ensordecedor y perturbador. Algunos incluso prefieren apoyar el Nuevo Orden Mundial alineándose con las posiciones de Bergoglio y el Cardenal Parolin, el cual, como frecuentador del Club Bilderberg [1], se sometió servilmente a sus dictados, al igual que muchos políticos y que los principales medios de comunicación. Estoy convencido de que lo que denuncié en mi carta abierta al presidente Trump, el pasado mes de junio, sigue vigente y puede constituir una clave para comprender los hechos que estamos viviendo. [Aquella carta] Continúa siendo una invitación a la esperanza.

Francesco Boezi: La Iglesia católica estadounidense, en relación con las elecciones presidenciales y no solo por eso, parece dividida. El Papa dice que dividir es obra del diablo, pero la división del episcopado americano es evidente. ¿Qué ocurre?

Monseñor Viganò: La división dentro del episcopado estadounidense es el resultado de la acción ideológica llevada a cabo desde la década de los años sesenta, especialmente por parte de las universidades católicas  -y de manera particular, por los jesuitas-  en la formación de generaciones enteras de jóvenes. El adoctrinamiento progresista (en el frente político) y modernista (en el frente religioso) crearon un apoyo ideológico para el ´68, iniciado con el Concilio Vaticano II, tal y como lo confirma Benedicto XVI en su ensayo Principios de la Teología Católica: “La adhesión a un marxismo anárquico y utópico (…) fue sostenido en la primera línea, por muchos capellanes universitarios y asociaciones juveniles, que vieron florecer las esperanzas cristianas. El hecho dominante se encuentra en los sucesos de mayo de 1968 en Francia, en cuyas barricadas hubieron Dominicos y Jesuitas. La intercomunión celebrada durante una Misa ecuménica, con el propósito de dar apoyo a las barricadas, fue considerada una especie de hito en la historia de la salvación, una suerte de revelación que inauguró una nueva era del cristianismo”.

Francesco Boezi: ¿Una división que incumbe solo a los Estados Unidos?

Monseñor Viganò: Esta división en los Estados Unidos, que actualmente se ha hecho todavía más evidente, a causa de la inminencia de las elecciones presidenciales, también está muy extendida en Europa y en Italia: el vértice [los líderes] de la Iglesia ha decidido tomar una decisión radical  -y en mi opinión, malvada-, prefiriendo seguir el pensamiento dominante del ambientalismo, del inmigracionismo y de la ideología LGBT, en lugar de oponerse con valentía y proclamar fielmente la Verdad salvadora anunciada por Nuestro Señor.  Esta decisión que se remonta, al menos, a hace sesenta años, dió un salto hacia adelante a partir del 2013, con la elección de Jorge Mario Bergoglio.  Es significativo que incluso los jesuitas de entonces  -y toda la intelectualidad católica de izquierda-  vieran a la China de Mao, como un interlocutor privilegiado, casi un propulsor de las pretensiones de una supuesta renovación social; de la misma manera en que la actual La Civiltà Cattolica, del [Padre Jesuita] Spadaro, mira a la China de Xi Jinping.   Los jesuitas, que apoyaron a la guerrilla en América Latina y que estuvieron en las barricadas en mayo [1968] en Francia, hoy usan las redes sociales con reclamos similares: siempre con la mirada puesta en Beijing y con el mismo odio hacia América.

Francesco Boezi: Pero dividir es “obra del Demonio”…

Monseñor Viganò:  Es cierto que dividir es obra del Demonio: Satanás siembra división entre el hombre y su Creador; entre el alma y la Gracia. En cambio, el Señor no divide, sino que separa: crea un límite entre la Ciudad de Dios y la Ciudad de Satanás, entre los que Lo sirven y los que Lo combaten. Él mismo separará a los justos de los impíos en el día del Juicio (Mateo 25, 31-46), después de colocarse ‘como piedra de tropiezo’ (Romanos 9, 32-33). Si queremos seguir a Cristo y rechazar a Satanás, es una obligación separar la luz de las tinieblas; el bien del mal, de acuerdo con las Enseñanzas del Señor. Pero también es necesario separar, cuando se elige a aquellos que protegen mejor los derechos y la Fe de los católicos, de aquellos que solo de palabra [nominalmente] se proclaman católicos, pero que en los hechos promueven leyes que están claramente en contra de la Ley divina y de la Ley natural.   Así como es divisivo aquel Pastor que advierte al rebaño en contra los ataques de los lobos (Juan 10: 1-18)., ¿ No es divisorio acusar a Trump de no ser cristiano por el solo hecho de querer proteger las fronteras de la Nación y de evocar el espectro de la soberanía, como [si fuera un] desastre, al mismo tiempo que se favorece la trata [el tráfico] de seres humanos y se guarda silencio frente a la persecución de los cristianos en China y en otros lugares, y frente a las miles de profanaciones de iglesias que se están llevando a cabo en todo el mundo, a lo largo de los meses?

Francesco Boezi: Joe Biden es un abortista, pero algunos círculos católicos estadounidenses parecen pasar por alto este aspecto, por ejemplo James Martin. ¿Qué usted de ello?

Monseñor Viganò: El Padre James Martin, s.j. [Sacerdote Jesuita], es el abanderado de la ideología LGBT y a pesar de ello  -de hecho, en virtud de ello-  fue nombrado por Bergoglio como Consultor de la Secretaría de Comunicaciones, de la Santa Sede [2]. Su trabajo  -esto sí es verdaderamente “divisivo” en el peor sentido del término-  sirve para fortalecer dentro del cuerpo eclesial, una quinta columna de la agenda progresista, con el fin de crear una división ideológica y doctrinal dentro de la Iglesia y hacer creer que las exigencias del progresismo, incluida la llamada homoherejía, vienen de la base.  En realidad, sabemos bien que los fieles están mucho menos inclinados a las innovaciones, de aquello que se hace creer a la opinión pública, queriendo mostrar una supuesta “voluntad popular” para legitimar elecciones incompatibles con la Enseñanza perenne de la Iglesia, es una estratagema a la que ya se ha recurrido, tanto a nivel eclesial (pensemos en la reforma litúrgica, que nadie pidió) como a nivel civil (por ejemplo, la ideología de género).  Me permito recordar las palabras del Arzobispo estadounidense Monseñor Fulton J. Sheen (1895-1979):  “La negativa a pronunciarse sobre los grandes problemas morales, es en sí misma una decisión. Representa un asentimiento tácito al mal. La tragedia de nuestro tiempo es que los que creen en la virtud carecen de fuego y de convicción, mientras que los que creen en el vicio están llenos de convicción apasionada”.  Aprendamos a separar a quién está con Cristo de quién está en contra de Él, ya que no es posible servir a dos amos.

Francesco Boezi: Usted ha hablado de la “iglesia profunda”. ¿Es posible que ésta exista?, ¿por quién está compuesta?

Monseñor Viganó: La expresión “iglesia profunda” da una buena idea de lo que está sucediendo en paralelo a nivel político y eclesial. La estrategia y los objetivos son los mismos, y en última instancia, también lo son los hombres que están detrás de ella. En este sentido, la “iglesia profunda” es para la Iglesia lo que el “estado profundo” es para el Estado: un cuerpo extraño, ilegal, subversivo y desprovisto de toda legitimidad democrática, que utiliza la institución en la que se inserta, para lograr objetivos diametralmente opuestos a los de la propia institución.   Un ejemplo es John Podesta, “católico” liberal, demócrata , ex colaborador de Bill y Hillary Clinton,  vinculado al Centre for American progress [Centro para el Progreso Estadounidense] [3], de John Halpin. En un correo electrónico con fecha del 11 de febrero de 2012 [4], Sandy Newman le escribió a Podesta, pidiéndole instrucciones para “plantar las semillas de una revolución” en la Iglesia con respecto a la anticoncepción, el aborto y la igualdad de género.  Podesta le respondió [5] confirmando que para obtener esta “primavera de la Iglesia” (nótese la similitud con la “primavera conciliar”), se había creado la asociación Catholics in alliance for the common good [Católicos en alianza por el bien común] [6] y la asociación Catholics united [Católicos unidos] [7].  Estas asociaciones ultra progresistas fueron financiadas por George Soros [8], al igual que las fundaciones jesuitas [9] y el viaje apostólico de Bergoglio a los Estados Unidos, en 2015 [10].  También hay que recordar a la conspiración de la mafia de San Galo -encaminada a derrocar a Benedicto XVI-, que en conjunción con Obama y Clinton, considerando a Joseph Ratzinger como obstáculo para la difusión de la agenda mundialista [globalista]. [11]

Francesco Boezi:  Como católico y consagrado, usted ¿cómo juzga el trabajo de Trump?

Monseñor Viganò:  Me limitaré a analizar lo que hizo Trump durante los años de su mandato presidencial.  Ha defendido la vida de los no nacidos, recortando fondos a la multinacional de abortos Planned Parentood [12], en estos días recientes, emitiendo una disposición [13] que exige atención inmediata a los recién nacidos no asesinados [que sobrevivieron al aborto] por el aborto, a quienes se los dejaba morir o se los usaba para extraerles sus órganos, destinados a la venta. Trump está luchando en contra de la pederastia y del pedo-satanismo. No ha abierto nuevos frentes de guerra y ha reducido drásticamente los existentes, al estipular acuerdos de paz. Le devolvió a Dios el derecho a la ciudadanía, después de que Obama cancelara la Navidad e impusiera medidas que repugnan al alma religiosa de los estadounidenses.   También observo la guerra mediática que la Prensa y los centros de poder libran en contra el Presidente:  [Trump] a pesar de que ha obtenido democráticamente la mayoría de los votos, ha sido demonizado desde el 2016.  Es bien sabido que el odio hacia Trump  -no muy diferente de lo que ocurre en Italia hacia miembros de la oposición que son mucho más blandos [que Trump]-,  encuentra su motivación en la conciencia de su papel fundamental en la lucha contra el Estado profundo, y contra todos sus elementos internos y externos. La valiente denuncia del Comunismo  -del cual Antifa y BLM son la versión global y la dictadura china, la incubadora-  de alguna manera sana el silencio de la Iglesia, que a pesar de los sentidos llamamientos de la Virgen María en Fátima y [de la Virgen de] La Salette, no renuevan la condena de esta infernal ideología. Y si Monseñor Sánchez Sorondo puede afirmar impunemente  -contra toda evidencia-  que “China es el mejor implementador de la Doctrina Social de la Iglesia”, entonces las palabras del Presidente de los Estados Unidos y las no menos valientes de su Secretario de Estado, Pompeo, son de regocijo.

Francesco Boezi: Aparentemente, Bergoglio no se reunirá con el Secretario de Estado de Estados Unidos.

Monseñor Viganò: Ahora hemos llegado a la paradoja, al ridículo. Ciertas actitudes parecieran más adecuadas para los caprichos de un alumno indisciplinado, que para la prudencia y el protocolo diplomático. Pompeo denuncia la violación de los Derechos Humanos en China y la respuesta picada llega desde Santa Marta: “Ya no juego”. Estos son comportamientos indignos, de los cuales incluso los miembros del círculo mágico de Bergoglio comienzan a sentirse avergonzados, sin poder disimularlo. No solo no recibe al Secretario de Estado por haberse negado rotundamente a que los Estados Unidos se quedará quieto y mirando cómo es que la Iglesia se entrega a una dictadura feroz; además ni siquiera ha respondido a la solicitud del Cardenal Zen para ser recibido en audiencia [14], confirmando así la voluntad precisa del Vaticano, de renovar su sumisión al Partido Comunista Chino. [15]

Francesco Boezi: ¿Por qué ha organizado un Rosario por Trump? [16]

Monseñor Viganò: Muchos me urgieron a lanzar esta iniciativa y no dudé en unirme a ella, convirtiéndome en el promotor de esta cruzada espiritual. Se trata de una guerra sin cuartel, en la que “Satanás es liberado de las cadenas y de las puertas del infierno” intenta por todos los medios prevalecer sobre la Iglesia misma. Una contradicción similar se enfrenta sobre todo con la oración, con el arma invencible del Santo Rosario [17].  En la política, el compromiso de los católicos bajo la guía de sus Pastores, constituye una acción concreta como ciudadanos y como miembros tanto del Cuerpo Místico de Cristo como del cuerpo social. El católico no es un disociado: [que por un lado] en la Iglesia cree que Dios es el autor y Señor de la vida, y que [por el otro lado] en las urnas o en el parlamento, aprueba el asesinato de niños inocentes. Esta acción de orden natural se afianza –debe afianzarse- de la conciencia de que los asuntos humanos y  -con ellos-  los acontecimientos sociales y políticos, tienen una dimensión espiritual trascendente, en la que la intervención de la Divina Providencia, siempre es decisiva. Por eso, el católico no se aparta del mundo, no huye de la arena política, esperando pasivamente que el Señor intervenga con el rayo, sino que por el contrario, da sentido a sus acciones cotidianas, a su compromiso en la sociedad, dándole un alma, un propósito sobrenatural. En este sentido, la oración invoca al Señor del mundo y de la Historia,esas gracias y esa ayuda especial que solamente Él puede dar, tanto a la acción del ciudadano particular como a la obra del gobernante. Y si en el pasado incluso los reyes paganos pudieron ser instrumentos de bien en las manos de Dios, esto todavía puede suceder hoy, en un momento en el que la batalla bíblica entre “hijos de las tinieblas e hijos de la luz” ha alcanzado un punto crucial.

Francesco Boezi: Si Trump pierde, ¿qué escenarios le esperan a los católicos del mundo?

Monseñor Viganò: Si Trump pierde las elecciones presidenciales, fracasará el último kathèkon (II Tes 2, 6-7), es decir, lo que impide que se manifieste el “misterio de la iniquidad”, [si Trump pierde] la dictadura del Nuevo Orden Mundial, después de ya haber conquistado la propia causa de Bergoglio, tendrá un aliado en el nuevo Presidente estadounidense. Joe Biden no tiene una consistencia propia: él es solo la expresión de un poder que no se atreve a mostrarse por lo que es, y que se esconde detrás de un personaje totalmente inadecuado para el cargo de Presidente de los Estados Unidos, incluso para sus degradadas condiciones de salud mental. Es precisamente en su debilidad por las denuncias pendientes y en su chantaje por conflictos de interés, que Biden se muestra como un títere maniobrado por la élite, una marioneta en manos de gente sedienta de poder, dispuesta a hacer cualquier cosa para expandirlo. [Si Trump pierde] Nos encontraríamos ante una dictadura orwelliana deseada tanto por el “estado profundo”, como por la “iglesia profunda”, en la que los derechos que hoy consideramos fundamentales e inalienables, serían pisoteados con la complicidad de los medios masivos de comunicación.

Francesco Boezi: ¿Quiere usted destacar algo más?

Monseñor Viganò: Quiero resaltar que la religión universal auspiciada por Naciones Unidas y por la Masonería encuentra colaboradores activos en el liderazgo de la Iglesia Católica, que usurpan Su autoridad y adulteran Su Magisterio. El Cuerpo Místico de Cristo, puesto como única arca de salvación para la humanidad, , según la profecía del Venerable Arzobispo Fulton Sheen, se opone al “cuerpo místico del Anticristo”.  Ecumenismo, ambientalismo malthusiano, pansexualismo e inmigracionismo, son los nuevos dogmas de esta religión universal, cuyos ministros están preparando el advenimiento del Anticristo, antes de la última persecución y antes de la victoria definitiva de Nuestro Señor. Pero así como la gloriosa Resurrección del Salvador fue precedida por su Pasión y Muerte, así la Iglesia avanza hacia Su propio Calvario; y así como el Sanedrín pensó que había eliminado al Mesías al crucificarlo, así la infame secta cree que el eclipse de la Iglesia, es el preludio de su fin.  Así como la Madre de Dios, San Juan y la Magdalena permanecieron al pie de la Cruz, queda un “pequeño remanente”, formado por fervientes católicos.  Sabemos que los destinos del mundo no están en manos del hombre y que el Señor ha prometido no abandonar a Su Iglesia: “Los poderes del infierno no prevalecerán” (Mateo 16,18). Las palabras de Cristo son la roca de nuestra esperanza: “He aquí que siempre estoy con vosotros, hasta el fin de los tiempos” (Mateo 28, 20).


8 comentários:

Adilson disse...

comentário 1:

"A resposta que se vai ouvir de clérigos em geral é que o papa não toma posições políticas".

Esse trecho por si só já explica como foi possível alguem como Bergólio chegar ao papado e agir terrivelmente como está agindo. Ou seja, o fingimento e a falsa modéstia são alguns dos sinais que se manifestam em homens medíocres, mas que hoje impera dentro de grande parte do clero da Igreja. No Brasil isso é algo ainda mais assustador. Essa gente, sob uma falsa caridade de não criticar o papa ante os problemas visíveis, preferem ver toda a Tradição Católica sendo destruída a dizer algo só porque não querem "ofender" ou sei lá por que outro motivo.

A história se repete: Mons. Lefebvre, praticamente sozinho, se opôs às reformas litúrgicas e a aniquilação do sacerdócio impostos pelo CV II. No final, ficou tão isolado que até sofreu uma excomunhão. Mas ele não cedeu, pois sabia em Quem cria e o Que estava defendendo. Não fosse ele, acho que a Santa Missa e o sacerdócio não passariam de peças de museu ostentadas em algum lugar lá Vaticano.

E hoje? HOje a coisa tá se repetindo: Mons Viganó praticamente sozinho está desafiando algo ainda maior e mais horrendo, pois aquilo que mons. Lefebvre enfrentou ganhou ainda mais corpo e mais poder.

Eis o resultado: um monstro ainda maior que avança de forma obstinada contra a Verdadeira Religião. Posso tá enganado (que o Senhor me perdoe), mas o único sacerdote que está literalmente enfrentando de forma pública e aberta essa agenda de Francisco é o Mons Viganó, tal como foi Lefebvre. Claro, há outros (ex. bispo Schneider), mas não de forma tão veemente, firme e publicamente aberta e com o dedo em riste.

Kauê disse...

PARTE 1

Sobre o assunto, eis um texto interessante:


A encíclica do Papa Francisco é um tiro no presidente Trump pouco antes da eleição

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Ao ler Fratelli Tutti, encontra-se uma batida constante de pontos de conversa socialistas que mais parecem bordões do manual democrata do que declarações dignas do Vigário de Cristo.
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Mesmo antes de Donald Trump se tornar presidente, o Papa Francisco mostrou sua disposição de se envolver em interferência política no processo eleitoral dos Estados Unidos, comentando durante as primárias presidenciais que Trump "não era cristão"  porque era a favor da construção do  parede de fronteira  . Inacreditavelmente, durante  a mesma conferência de imprensa a bordo em 2016, o Papa foi convidado a comentar sobre a legislação do mesmo sexo em andamento na Itália, ao que ele respondeu: “ O Papa não se envolve na política italiana ...  o Papa está para todos e não consegue se inserir na política interna específica de um país. ” 
É claro que isso não faz sentido. Bons católicos podem chegar a conclusões diferentes sobre a imigração e a necessidade de uma segurança de fronteira adequada - incluindo um muro - muito parecido com o enorme muro que cerca o próprio estado-nação do Papa, a Cidade do Vaticano. Bons católicos não podem, entretanto, aceitar uniões civis homossexuais - como o ensino da Igreja claramente  afirmou, em referência aos atos homossexuais,  “sob nenhuma circunstância eles podem ser aprovados”. 

Portanto, o Papa poderia muito bem, e deveria, atacar as políticas assassinas do Partido Democrata que se posiciona orgulhosamente por trás do assassinato de um milhão de crianças americanas inocentes a cada ano por meio do aborto, mas não tem nada a ver com questões onde os católicos são livres diferir e os estados soberanos são livres para decidir dentro do reino da lei natural[1].
O antagonismo do Papa em relação a Trump continuou desde então. O papa  comparou  Trump a  Herodes , o muro da fronteira ao muro de  Berlim  , e até questionou publicamente   os valores pró-vida de Trump. 
O lançamento da última encíclica do Papa, no momento perfeito para afetar a eleição presidencial dos Estados Unidos, não é exceção .  

Kauê disse...

PARTE 2

Lido com lentes políticas, é dolorosamente óbvio que o papa está pressionando pela derrota de Trump, chegando até a subestimar a importância do aborto para os católicos de uma forma que ameaça a própria fé católica. 
Achei muito interessante que o parágrafo principal que poderia ser lido como uma crítica ao presidente Trump, não pelo nome  -   mas  não há como perder a referência  -   seja o parágrafo com o mesmo número da presidência de Trump. Trump é o 45 º Presidente do parágrafo Tutti EUA e Fratelli 45  lido desta forma : 
"Coisas que até poucos anos atrás não podiam ser ditas por ninguém sem correr o risco de perder o respeito universal, agora podem ser ditas impunemente e nos termos mais cruéis, até mesmo por algumas figuras políticas. Não devemos esquecer que existem enormes interesses econômicos operando no mundo digital, capazes de exercer formas de controle tão sutis quanto invasivas, criando mecanismos de manipulação das consciências e do processo democrático. A forma como muitas plataformas funcionam muitas vezes acaba favorecendo o encontro entre pessoas que pensam da mesma forma, protegendo-as do debate. Esses circuitos fechados facilitam a divulgação de notícias e informações falsas, fomentando preconceito e ódio".
E lendo a encíclica encontra-se uma batida constante de pontos de discussão socialistas vindos do Papa que mais parecem bordões do manual democrata do que declarações dignas do Vigário de Cristo.   

Fonte: https://www.lifesitenews.com/blogs/is-pope-francis-encyclical-is-a-shot-at-trump-right-before-the-election

[1] Interessante notar que o mesmo autor destacou como o Papa ignorou a situação dos nascituros em sua nova encíclica, demonstrando como o “ aborto não está na lista de preocupações políticas”. Conferir em https://www.lifesitenews.com/blogs/pope-franciss-latest-encyclical-abortion-not-on-list-of-political-concerns

Isac disse...

STAT CRUX DUM VOLVITUR ORBIS!
Jesus pode até aparentar inerte, como que deixando o mundo a si mesmo - até que merece enlamear-se em mais por ter optado pelo antropocentrismo e pior, desde o Vaticano!
Porém, na hora de Deus, como um raio, aparecerá nos Céu triunfante junto à SS Virgem Maria, julgando os eventuais vivos e os mortos, levantando-os dos sepulcros, dos mares, rios etc., ou donde casualmente decompuseram-se e confirmar a opção escolhida por esses neste vale de lágrimas!
D Viganò, nosso estimado de coração, destemido e obstinado contra os erros, é o fac simile de Santo Atanásio, versão atuante no sinistro e tenebroso ideológico século XXI!
Solidarizamo-nos com ele, sem quaisquer restrições, pois suas palavras conformam-se à dura realidade presente, constante nos § 675-679 do CIC!
O católico que votar no comuno-abortista Biden, também "católico", se acaso vencer, compartilhará das desgraças todas que advierem de seu desgoverno globalista!

Adilson disse...

segundo comentário:

Atualmente, a sensação mais aterrorizantemente incômoda é o silêncio do tão popular padre Paulo Ricardo sobre a encíclica de Bergólio. Nenhuma palavra, nenhum comentário, nenhum aviso, nenhum suspiro, nada. Nem sobre as eleições nos EUA e o grande apoio de Trump aos católicos e movimentos pró-vida, padre paulo tem se pronunciado. No passado, chegou mesmo a comentar sobre a união entre protestantes e católicos na política, e para isso sempre enfatizava o trabalho conjunto entre Ronald Reagan e papa João Paulo II. E hoje? Nada! Só silêncio.

Isac disse...

Prezado Adilson, v tem razão! Creio que o ultra douto Pe Paulo Ricardo temeria seu bispo - se for o mesmo, D Milton Antônio - que esteve numa loja maçônica e teria discursado no púlpito da Loja, citando inexistirem "nem tantas diferenças entre a Igreja e a (diabólica) maçonaria" - vi as fotos e os irmãos-bodes entre os assistentes e ele no púlpito.
Quanto ao papa Francisco, temeria ser afastado até por ele, e se ateria mais a temas espirituais - é resoluto conservador - porém, como apenas sacerdote, arriscar-se-ia a um afastamento "a divinis" ou à laicização de si!
Salvo engano, outrora, vários padres de Cuiabá e adjacências quereriam cassá-lo de qualquer forma, até com coletas de assinaturas e mais ações anti Pe P Ricardo!
Inveja, despeito, ódio de seu sucesso e receptividade pelo povo católico?

Isac disse...

EIS AÍ A FONTE QUE OMITI! https://fratresinunum.com/2013/11/01/dom-milton-santos-arcebispo-de-cuiaba-fala-sobre-fe-esperanca-e-caridade-em-reuniao-da-maconaria/

Rafael Pauli disse...

Isac,

Você está certo.

E a resposta do Padre Paulo Ricardo a encíclica encontra-se aqui:

https://padrepauloricardo.org/blog/sao-francisco-de-assis-queria-ser-martir

Nota-se claramente a mensagem que ele quis passar.

Não é direta citando nomes, mas já é uma grande resposta para que seus seguidores entendam o seu significado.

Rezemos pelo Padre Paulo Ricardo e tantos outros, que tenham a coragem necessária para darem seu sangue no momento derradeiro.